Un gran número de personas de todo el mundo han afirmado haber tenido un encuentro con la mítica bestia simiesca conocida como Bigfoot (Sasquatch o Yeti, según la región), aunque la realidad es que nunca ha podido ser capturada. Se sabe que en la actualidad hay colecciones privadas y museos que afirman tener mechones de pelo u otras evidencias de una de estas criaturas, y que han sido utilizadas por investigadores para demostrar de una vez por todas que el Bigfoot existe.
Este fue el caso de un equipo de la Universidad de Oxford, que recientemente realizaron una serie de pruebas científicas a 57 muestras de cabello. 21 de estas muestras eran fibras de vidrio, materiales de plantas y otras sustancias. De las 36 muestras restantes, 30 tenían ADN de especies conocidas. Pero los investigadores encontraron que algunos de los cabellos procedentes de la India y Bután eran de una animal desconocido, por lo que los expertos llegaron a la conclusión de que se trataba del oso polar extinto del Pleistoceno (época geológica que comenzó hace 2,59 millones de años y finalizó aproximadamente en el 10.000 años a.C), que se pensaba que sólo había vivido en la meseta del Tíbet. Para los investigadores la evidencia científica de los cabellos demostraba que no procedían del Bigfoot, aunque tampoco descartaron la existencia de la mítica criatura.Y de nuevo una nueva evidencia parece demostrar que el Bigfoot es una criatura completamente real. Una extraña huella mucho más grande que la de un ser humano o un oso ha sido descubierta en los bosques de Misisipi, lo que ha llevado a muchos expertos a pensar que se puede tratar de una prueba de la existencia de la mítica criatura.
Evidencias del Bigfoot en Misisipi
Según informaron diversos medios de comunicación, Peyton Lassiter descubrió la huella el pasado 12 de agosto, nueve meses después de haber sido avistada una gran figura de color gris en un bosque cercano. La huella es muy diferente a la de un hombre o un oso, y mide 22 centímetros por 15 centímetros. Lassiter descubrió la huella mientras estaba trabajando cerca de un parque abandonado, siendo capaz de hacer un molde de la extraña pisada, incluso logro encontrar un cabello de color blanco/grisáceo.
Lassiter estaba realmente intrigado por la enigmática huella, y señaló que tenía un parecido a otras pisadas de los supuestos Bigfoot. Y al igual que otras evidencias convincentes, la huella de Lassiter presentaba crestas dérmicas.
“Sólo hay dos especies que tienen este tipo de huellas, los humanos y los primates. Los osos no tienen este tipo de huellas y la de los humanos y los primates no son tan grandes, por lo que es realmente misterioso. No tengo conocimiento de lo que lo hizo, y tampoco lo vi, pero es muy interesante”, dijo Lassiter a los medios de comunicación.
Sin saber muy bien lo que hacer con la extraña huella, Lassiter lo primero que pensó es en ponerse en contacto con expertos. Causalmente un día coincidió con David Childers, co-fundador del Delta Paranormal Project, y cuando comenzaron a hablar se dieron cuenta de sus experiencias habían ocurrido a tan solo unos pocos cientos de metros de diferencia.
Childers explicó que avisto a la criatura mientras registraba la actividad paranormal en un parque infantil. Pero muy a lo contrario de lo que pensaba encontrar, Childers escuchó un fuerte estruendo a través del bosque.
“Era una criatura, no sé lo que era, de unos 2 metros de altura. Y simplemente estaba cruzando por el bosque”, dijo Childers a los medios de comunicación. “Tenía una especie de pelaje de color grisáceo. Cuando escuché el fuerte ruido me asusté, miré, y me pareció que se puso de pie. Y no era un ciervo. He cazado toda mi vida. Sé que no se parecía a un ciervo.”
Para Lassiter y Childers la criatura debía de ser inteligente por haber evitado ser vista, así como haber descubierto la manera de vivir en los profundos y oscuros bosques en el centro de la ciudad donde no se permite la caza, garantizando así su propia seguridad.
Y mientras la comunidad científica afirma que las recientes investigaciones del ADN de los supuestos Bigfoot no son concluyentes, Lassiter afirma que el color de la muestra de pelo que descubrió no coincide con la población local de osos negros que podrían haber sido los responsables de la extraña huella, y agregó que tampoco hay “osos polares en Vicksburg”.
Aunque esta no es la primera vez que se avista a un supuesto Bigfoot en la zona, ya que los registros históricos comentaban avistamientos de una especie de “mono” por toda la región. El relato más antiguo fue escrito en 1721, cuando un sacerdote escribió en su diario acerca de una enorme criatura con aspecto simiesco y similar a la humana.
Pero en ocasiones algunos misterios como el Bigfoot deben de continuar ocultos, siendo únicamente comentados en publicaciones de blogs de índole paranormal o conferencias de expertos en criptozoología, ya que si algún día se demuestra su existencia estará en grave peligro de desaparecer para siempre
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