Estos escapes pueden ser más graves aun cuando favorecen el aumento del calentamiento global
Este hecho se evidenció durante un estudio realizado en zonas de extracción de Marcellus shales – Pensivania Nueva York – y Barnett Shales – centro norte de Texas.
“Documentamos los gases fugitivos en ocho grupos de pozos de agua para uso doméstico que recubren Marcellus y Barnett shales, incluyendo la disminución de la calidad del agua a través del tiempo sobre Barnett”, señala el extracto del estudio liderado por Thomas H. Darrah, de la Universidad Duke, El documento fue ingresado en 2013, y publicado el 12 de septiembre de 2014 por la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU..La nueva investigación se suma a otros científicos que denuncian malas prácticas de los pozos de fracturación hidráulica, señalados a continuación.
El equipo de Darrah estudió 113 y 20 muestras de aguas de pozos de Marceellus y Barnett. Entre ellos “se identificaron ocho grupos discretos de contaminación de gases fugitivos, siete en Pennsylvania y uno en Texas, que registraron un aumento de la contaminación a través del tiempo”, dice el estudio.
Cuatro grupos de escapes de gas fueron por fugas desde el anillo de cemento, tres desde las cubiertas, y uno por el colapso de los pozos subterráneos inducidos por la fracturación hidráulica, agrega el documento.
“La determinación de los mecanismos de contaminación mejorará la seguridad y la economía de la extracción de gas de esquisto”, aseguró Darrah.
La Universidad de Waterloo describió el 27 de junio que “el fracturamiento hidráulico, mejor conocido como fracking, es un método controvertido utilizado por la industria de la energía que implica la inyección de agua a alta presión en los pozos para extraer petróleo y gas de la roca”, dice en un comunicado.
El profesor de Ciencias de la Tierra y Ambiente de dicha entidad, Maurice Dusseault, destacó que el mayor problema de los escapes de metano que se producen por esta práctica es que se está aumentando el efecto invernadero.
Dusseault presentó el 22 de mayo un estudio científico que analiza los riesgos y propone soluciones a través de Geofirma.
La Universidad destacó a su vez que el científico junto con sus colegas están instando a los gobiernos y a las empresas involucradas para que adopten medidas y mitiguen los riesgos que puede causar esta pérdida de metano.
El metano de los pozos con fugas también pueden entrar en los acuíferos poco profundos y hacer que el agua potable sea amarga, algo que no es tóxico, pero puede hacer del agua subterránea inútil, señaló Dusseault.
“En casos raros, cuando la filtración se acumula en un espacio cerrado, también puede ser un peligro de explosión, y algunos eventos son conocidos en Canadá”, agregó.
“No quiero levantar miedos irracionales”, dijo el profesor. “Este no es un gran problema de salud pública, pero no estoy de acuerdo con la opinión generalizada en la industria de petróleo y gas que el problema puede ser completamente ignorado”, concluyó el científico.
En otra investigación, la Organización Ceres, el 15 de febrero pasado reportó un análisis de 39.300 pozos de Estados Unidos, evidenciando que el ‘fracking’ practicado para la obtención de gas esquisto y petróleo estaba causando una crisis del agua en la población de las regiones afectadas.
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