El Mediterráneo deja de ser un paraíso turístico y en Alaska se podrían celebrar unos Juegos Olímpicos de verano
Las consecuencias del cambio climático son claramente constatables y lo serán en el futuro si no se toman medidas drásticas. Un vídeo distribuido por la ONU alerta ante esta situación. Previsión del tiempo del 23 de septiembre del año 2050: Japón supera los 35 grados por una ola de calor habitual en los últimos años al comienzo del otoño.
Lo mismo que el sol abrasador, más propio de julio y agosto y de otras latitudes, en Chicago o unas inundaciones virtuales en Miami. La iniciativa parte de Naciones Unidas y la han secundado televisiones de todo el mundo.
El objetivo: mostrarnos las consecuencias irreversibles que tendría el aumento de temperatura de más de dos grados en la Tierra si no se reducen entre un 40 o 70 por ciento las emisiones de gases invernadero a mitad de este siglo.
El Mediterráneo dejaría de ser un paraíso turístico. Turismo que se podría trasladar al norte de Europa, con climas más templados como por ejemplo el de una irreconocible Islandia, con una vegetación parecida a la Toscana del presente. Variación térmica que haría también de Alaska un lugar ideal para celebrar unos Juegos Olímpicos de verano.
Reducir la dependencia de los combustibles fósiles y apostar decididamente por energías renovables, así como reforestar los bosques y cambiar nuestras pautas actuales de conducta hacia otras más ecológicas, son, según los expertos, el camino a seguir para evitar ese colapso en el planeta.
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