Cuando Cádiz dormía en la madrugada del sábado 24 de mayo, alrededor de la 1:41 horas de la mañana se registraba un terremoto de 5,2 grados en la escala de Richter en el Océano Atlántico Central, muy próximo al archipiélago de las Azores, que se producía a tan sólo 2 km. de profundidad bajo el nivel del mar.
Minutos después, las boyas de las Islas Azores registraban un movimiento algo anormal en las mareas, lo que hizo que desde los diferentes centros sismológicos se evaluara que pudiera existir un posible riesgo de tsunami que pudiera afectar a la costa Atlántica y, por tanto, al litoral gaditano, por lo que se inició el correspondiente protocolo de vigilancia, descartándose posteriormente elevar una alerta de tsunami y ni siquiera de microtsunami.
El periodista Marcos Ramírez, de 8 TV, informaba en su cuenta de Twitter que en una primera valoración del movimiento de mareas registrado en las Azores, que éste pudo deberse a un golpe extraordinario de mar producido tras el movimiento sísmico.
Aun así durante las próximas horas existirá una especial vigilancia en los puertos del Estado en Galicia, Cantabria y Cádiz por la posibilidad que pudiera existir ante una leve subida del nivel del mar.
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