Más de 1.100 funcionarios públicos de China que viajaron al extranjero durante el Festival de la Luna y el día Nacional de China no regresaron. Entre ellos, 714 fueron reportados como “desaparecidos”. Desaparecidos es otro término para desertores, significando que estos funcionarios o no volvieron después de sus vacaciones o no pudieron ser localizados.

El anuncio fue hecho el 15 de octubre, por el Comité Central de Control Disciplinario y el Departamento de Organización de la Central China.

Estas festividades fueron justo antes del 18º Congreso Nacional del Partido, y para poder crear la ilusión de un país “armonioso y estable”, las autoridades chinas ya habían adoptado medidas estrictas para prevenir que los oficiales desertaran.

De acuerdo a la revista Chengming de Hong Kong, el Consejo de Estado Chino estableció el 22 de septiembre el “grupo de mando contra la fuga de funcionarios públicos”, con el Viceprimer Ministro Li Keqiang como el principal oficial al mando.

El grupo redactó cuatro órdenes que se llevarán a cabo por todas las organizaciones: 1) Tener un buen control sobre toda situación y proyectos de cada miembro del personal; 2) Revisar las disposiciones y medidas disciplinarias para las últimas actualizaciones y para cerrar todos los resquicios; 3) Revisar y corregir las identificaciones de las personas bajo custodia para prevenir la falsificación de documentos de identidad y copias múltiples; 4) Estar al tanto de las personas que están o estarán bajo investigación o que están en la lista interna, y restringir sus actividades si es necesario.

El grupo de mando incrementó su pie de fuerza para vigilar las principales fronteras, aeropuertos y puertos marítimos. También envió a más de 8.000 policías especiales a estos lugares antes del 28 septiembre. Al mismo tiempo, se instalaron más de 350 de los instrumentos más modernos para la detección de pasaportes falsificados en aeropuertos y puertos marítimos.

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