Un
estudiante ruso llamado Yuri Bérland de la Universidad Federal de los Urales, en
Rusia, dice poder probar con una formula matemática la existencia de vida
después de la muerte.
El joven científico, dice que la respuesta a
la pregunta que tal vez sea la más importante de la humanidad, tan solo
se simplifica a una sola palabra: la información. Según explica Yuri Bérland
todo lo que vemos, escuchamos o pensamos es información en definitiva, la
cantidad de esta información que podemos almacenar es desconocida porque no
sabemos calcularla. Sabiendo que la vida de un individuo es de un plazo
temporal, se puede formular la vida como una función con dos variables: la
información y el tiempo.
Por el momento el joven científico ha presentado
la versión más simple y reducida de la resolución matemática, la que podemos ver
en la imagen.
La
función es L = f (t), donde L es vida, y t es tiempo, mientras que la respuesta
es una constante (en rojo). Según él, la respuesta o el resultado de la
operación matemática "prueba" que hay vida después de la muerte, y que depende
solo de la experiencia personal de una persona, es decir de la información que
ha recibido y producido durante toda su vida. De momento un poco difícil de
entender, pero espero que pronto aparezcan explicaciones más sencillas de la
fórmula matemática y su resultado. No es la primera vez que algún científico
trata de demostrar la existencia de vida después de la
muerte.
Yuri Bérland está intentando publicar en revistas científicas
internacionales la versión completa de la gran respuesta a la pregunta más
importante que se a hecho la humanidad desde sus albores, pero para poder
publicar la resolución completa de está operación matemática y su respuesta en
algunas de las revistas científicas más prestigiosas del mundo necesita unos
25.000 rublos o lo que es lo mismo unos 400 euros. Por este motivo lanzó una
campaña de financiación en Internet, pidiendo ayuda a los
internautas.
Enigmas y Misterios publica este artículo con el fin de que
la noticia alcance la popularidad necesaria y que el joven estudiante ruso pueda
publicar su "prueba" matemática en algunas de las revistas científicas
internacionales más populares. ¿Nunca se sabe?, podría ser la respuesta a uno de
los mayores enigmas y misterios de la humanidad.
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