"SE CAE EL CIELO, DECÍAN LOS ALEMANES CUANDO LOS RAYOS SE DISTRIBUIAN A SU ALREDEDOR".

Con rachas de viento de hasta 150 kilómetros por hora. 

Mueren seis personas a causa de una tormenta eléctrica en el oeste de Alemania.

Trenes y carreteras paralizadas por el fuerte temporal, el mayor en los últimos siete años.

Los bomberos recomiendan a los ciudadanos que permanezcan en sus casas.

Imagen de la tormenta eléctrica que ha afectado el oeste de Alemania. AFP

"¡Socorro! ¡Nos están bombardeando!", gritaba al teléfono de emergencias de los bomberos Anika K., una anciana de 79 años asustada por lo que en realidad eran rayos de la tormenta en la que han estallado las sofocantes temperaturas sufridas los últimos dos días por la ciudad de Düsseldolf.

Al menos seis personas han muerto en las últimas horas en el oeste de Alemania a causa dela tormenta más violenta que se recuerda en los últimos siete años.

"Infórmense por favor en nuestras páginas de internet, informen a los ciudadanos que hay interrupciones en el tráfico terrestre y aéreo, que se ha cortado el suministro eléctrico de varias zonas y que la recomendación es permanecer en las casas", respondía apresuradamente a los periodistas el portavoz de los bomberos de Remscheid, Sebastian Wagner.

Los servicios meteorológicos constatan que se han producidos rachas de viento de hasta 150 kilómetros por hora y las autoridades confirman que víctimas del temporal han sido tres personas que murieron al derrumbarse una casa de verano cerca de Düsseldorf, en Renania del Norte-Westfalia, además de dos ciclistas que fallecieron en Colonia y Krefeld, respectivamente, por el desplome de sendos árboles. Otra persona más ha fallecido en Essenmientras trabajaba en tareas de desescombro de una carretera.

Deutsche Bahn, el mayor operador ferroviario del país, ha indicado que la mayoría de los trenes en torno a Colonia han sido cancelados porque las vías se encuentran bloqueadas por árboles derribados.

El aeropuerto internacional de Düsseldorf, el tercero más importante del país, sea visto obligado a retrasar decenas de vuelos. "Cuando terminamos el embarque empezó una tormenta increíble, yo no había visto algo igual. El agua tenía tanta fuerza al caer que se nos movía el avión solo", comentaba un pasajero a la cadena de televisión N-TV después de que el capitán informase por megafonía que el despegue quedaba cancelado.

"¡Se está cayendo el cielo. Los rayos caen a nuestro alrededor. Es cuestión de tiempo que den con nosotros!", lloraba en una llamada telefónica a la radio local Petra Hopner, una madre con sus dos hijos al volante de un coche atrapado en el atasco de la A43 en dirección a Wuppertal. "¡Que alguien nos saque de aquí, por favor!", imploraba.

Los servios de urgencia de los hospitales, así como policía y los bomberos de la regióntrabajan sin descanso desde ayer por la tarde. El temporal está cruzando el país por su cuadrante noroccidental y se siguen esperando tormentas en las próximas horas.