El satélite Spitzer observa una nueva roca candidata para una de las misiones más extraordinarias de la agencia espacial
La NASA busca asteroide. El objetivo es capturar la roca con una nave espacial robótica, redirigirla a una órbita estable alrededor de la Luna y, después, enviar a un grupo de astronautas a estudiarla. Todo esto ocurrirá en la próxima década, como un paso importante en el camino de la humanidad hacia Marte.La NASA planea lanzar la nave espacial robótica ARM (Asteroid Redirect Mission) en 2019. La decisión final del asteroide que se convertirá en «presa» será tomada un año antes. Debe medir menos de diez metros, pero existen dos posibilidades: La primera es capturar un asteroide entero, que sea pequeño, y la segunda, recoger tan solo una muestra de una roca mucho más grande. Los responsables de la misión deben decantarse por una de estas dos posibilidades a finales de 2014.
Pero para que se haga realidad primero hay que elegir el objetivo. La agencia espacial ha comenzado a seleccionar candidatos y ya tiene tres que pueden cumplir los requisitos. Este es uno de ellos: una roca de 6 metros de largo cercana a la Tierra, según describen en la revista Astrophysical Journal Letters.
El telescopio Spitzer de la NASA, de visión infrarroja, ha seleccionado al que puede ser un buen candidato para ser capturado por completo. La roca se llama 2011 MD, mide 6 metros y tiene una muy baja densidad, casi la misma que el agua. Se asemeja a una pila de rocas o un montón de escombros.
Dado que la roca sólida es aproximadamente tres veces más densa que el agua, esto sugiere que cerca de dos tercios del asteroide deben de ser espacio vacío. El equipo de investigación dice que el asteroide podría ser una acumulación de pequeñas piedras o una roca sólida con un halo alrededor de partículas pequeñas. En ambos casos, podría ser capturada.
Hasta la fecha, se han establecido los tamaños de tres «candidatos válidos». Otro asteroide, 2008 HU4, pasará lo suficientemente cerca de la Tierra en 2016 como para que los científicos puedan determinar algunas de sus características, como el tamaño, la forma y la rotación, y los investigadores seguirán buscando nuevos objetivos que puedan ser bien caracterizados.
«La observación de estos restos esquivos que datan de la época de la formación de nuestro Sistema Solar están expandiendo nuestra comprensión de nuestro mundo y del espacio», afirma John Grunsfeld, director científico de la NASA.
Además, «un estudio más detallado de estos objetos ayudará a probar formas de proteger nuestro planeta de un impacto», ha añadido.
La búsqueda de asteroides candidatos para esta misión forma parte de los esfuerzos actuales de la agencia para identificar todos los objetos cercanos a la Tierra (NEOs) que puedan representar una amenaza para nuestro mundo. Algunos de estos NEOs podrían convertirse en candidatos porque se mueven en órbitas similares a la de la Tierra. Más de 11.140 objetos de este tipo han sido descubiertos hasta el momento y casi 1.500 han sido clasificados como potencialmente peligrosos.
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