Las reiteradas tempestades que azotaron las costas del oeste de Francia durante enero y febrero causaron la muerte de más de 21.000 aves, cifra sin precedentes en el país, según un informe difundido hoy.
La Liga de Protección de las Aves (LPO, por sus siglas en francés) entregó este miércoles su primer balance sobre las consecuencias de los fuertes vientos y el oleaje asociados a las tormentas.
De acuerdo con el registro, al menos 2.800 de los pájaros que perecieron pertenecen a especies protegidas en el área comprendida desde el país vasco francés hasta el departamento de Finisterre.
Nicolás Gendre, vocero de la LPO, señaló que los más afectados son los frailecillos, de los cuales se contaron 12.000 cadáveres, seguidos por el arao común y el alca torda.
Además del impacto directo de las intemperies, decenas de miles de aves fueron empujadas hacia lugares donde no existe suficiente alimento y murieron de hambre, precisó Gendre.
Una cadena de tormentas azotó a principios de año a la región atlántica francesa y ocasionó inundaciones y severos daños en la infraestructura y cultivos.
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