Seth Shostak cree que descubriremos inteligencia
extraterrestre en 24 años.
Si
preguntas en los círculos de astrobiología quién es el profeta y máximo
exponente de los programas de búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI para
abreviar), todo el mundo te mencionará un nombre: Seth Shostak. Hoy, según
puedo leer en un artículo de Space.com,
este astrónomo ya septuagenario acaba de realizar una predicción aparentemente
llamativa. Si todo va bien, podríamos encontrar vida extraterrestre inteligente
en apenas 24 años.
Según él,
para el 2040 los astrónomos habrán barrido el cielo y estudiado un número de
estrellas suficientemente alto como para descubrir señales electromagnéticas
(como las de nuestras comunicaciones o emisiones de televisión) partiendo de
alguno de los mundos que las rodean.
Sin duda
espoleado por el éxito del telescopio espacial Kepler, Shostak afirmó: "[Para
entonces] En vez de observar unos pocos miles de sistemas estelares, que lo que
llevamos inspeccionado hasta ahora, tal vez llevemos estudiados un millón. Como
hasta ahora parece evidente que una de cada cinco estrellas tiene al menos un
planeta en el que la vida podría surgir, el porcentaje es realmente fantástico.
Eso significa que en nuestra galaxia podría haber 10.000 millones de planetas
similares a nuestra Tierra".
Las
afirmaciones de Shostak son de las que hacen soñar, pero antes de descorchar el
champán dejadme haced memoria sobre este entrañable personaje. Le conocí en
persona en 2005 cuando visité la sede del SETI Institute en California. Allí,
sobre un mostrador, reposaba una foto de Jill
Tarter firmada y dedicada por la oscarizada actriz Jodie Foster, que se
había pasado a visitarla para preparar su papel como la doctora Arrow en la
película "Contact", la versión que hizo Hollywood de la mítica novela homónima
de Carl Sagan.
Todo era de
lo más típicamente estadounidense, la simpática matrícula del coche con el que
Shostak llegó le anunciaba como "SETI BOY". Encantador, y derrochando entusiasmo
y optimismo, fue tan amable con nosotros que incluso permitió que grabásemos este saludo para nuestros
lectores (por aquellos tiempos yo colaboraba en Astroseti). Jamás había visto a nadie tan
convencido de la proximidad del contacto entre civilizaciones. Sigo contándome
entre sus más fieles seguidores, aunque me temo que los años (de espera en
balde) no perdonan.
Obviamente
cuando le estreché la mano yo ya había oído hablar de él, y ahí está la madre
del cordero. Hace ya más de una década, mi difunto amigo Liberto
Brun publicó una nota relacionada con este mismo divulgador, Seth Shostak,
quien en 2003 curiosamente era más atrevido que ahora y pronosticaba el
encuentro de una inteligencia extraterrestre en apenas 20 años, o lo
que es lo mismo, para el año 2023.
Hoy como
vemos, tras el poso de realidad que dan los años, su entusiasmo ha decrecido un
poco y su pronóstico es (una década más tarde) a un plazo algo más largo que
entonces: 24 años, lo que hace avanzar su primera predicción del 2023 al 2038.
¿Conclusión? No conviene vender la piel del oso antes de cazarlo, salvo - claro
está - que tu trabajo consista en seguir despertando ilusión (y donaciones) para
los proyectos de la institución que paga tu sueldo, el Instituto
SETI.
Por cierto,
en el año 2008 otro mito de la divulgación, Michio Kaku, basándose en
idénticos argumentos se atrevió a hacer su propia predicción al respecto, aunque
fue mucho más sutil. Simplemente dijo que era
cuestión de décadas.
En fin, me
vais a llamar pesimista pero yo prefiero pensar que es mejor ser escéptico que
dejar volar la imaginación, espoleada sin duda más por los deseos que por las
evidencias. Aunque eso sí, dejadme ser algo gallego (aunque sea asturiano) con
la cuestión de la inteligencia extraterrestre: "haberlas haylas". De verdad que
deseo que el bueno de Seth las vea con sus propios ojos.
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