Un análisis forense realizado a una
momia inca de 1600 años de antigüedad hallada en el desierto de Atacama en
Sudamérica a finales del siglo XIX ha revelado que pudo ser víctima de un
asesinato ritual.
Según el rotativo ‘Daily Mail’, la momia fue
adquirida en la última década del siglo XIX por la princesa Teresa de Baviera,
famosa exploradora y etnóloga alemana, que se la llevó a su país, donde
permaneció durante más de un siglo en la Colección Arqueológica de Estado de
Baviera.
Investigadores alemanes que analizaron
recientemente los restos momificados concluyeron que los restos de la momia se
corresponden con los de una mujer inca de unos veinte años que sufría una
infección parasítica tropical conocida como enfermedad de Changas.
Según explica ‘Daily Mail’, los homicidios rituales eran comunes en la cultura inca, aunque la joven era mayor que las víctimas habituales de los sacrificios, que solían tener entre 13 y 14 años.
Tras su fallecimiento la mujer fue enterrada en el desierto de Atacama, donde la acción de la arena y del aire la momificaron de forma natural.
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