Como si se tratara de una película de ciencia ficción, este mini dispositivo inalámbrico (con unas dimensiones de 14 mm de longitud y 2 mm de ancho) se coloca debajo de nuestra piel y es capaz de analizar nuestra sangre para luego enviarnos los resultados al móvil. En un plazo de cuatro años podría estar en el mercado, para el 2017.
Este chip ha sido realizado por un grupo de científicos suizos, y por su pequeño tamaño puede ser colocado (mediante una aguja) en varios lugares de nuestro cuerpo: abdomen, piernas, brazos, etc. Además puede permanecer allí durante meses sin necesidad de ser reemplazado.
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