Esta roca
fundida facilita la interacción de las placas y hace posible que se deslicen
sobre el manto. Este hallazgo puede ayudar a comprender los principios básicos
de la geología
La
corteza terrestre está dividida en fragmentos, balsas de roca sólida que flotan
sobre un océano de magma de una forma similar a como las placas de hielo lo
hacen sobre el agua. Las placas chocan entre sí, se superponen, se rozan y
deforman unas a otras dando origen a nuevas cordilleras montañosas, pero también
a violentos terremotos, que se concentran y son de mayor intensidad precisamente
en las zonas de fricción.
Ahora, el hallazgo de esta capa de «lubricante»
de roca fundida, que suaviza y facilita la interacción de las placas tectónicas
y hace posible que se deslicen sobre el manto, puede ayudar a comprender muchos
de los principios básicos de la geología de nuestro planeta, entre ellos el
vulcanismo y los terremotos.
Los investigadores descubrieron la capa de
magma bajo las aguas de América central, a la altura de Nicaragua. Utilizando
técnicas especiales de mapeo del fondo marino, obtuvieron imágenes de una capa
de unos 25 km de espesor, hecha casi por completo de roca fundida del manto
terrestre y justo bajo el borde de la placa de Cocos, precisamente en el punto
en que ésta se desliza por debajo de Centroamérica.
Las imágenes se
obtuvieron durante una expedición llevada a cabo en 2010 a bordo del buque
Melville, propiedad de la Marina de los Estados Unidos y operado por científicos
de la Institución Scripps. Lo primero que hicieron los investigadores fue
desplegar un gran número de instrumentos en el fondo del área estudiada, capaces
de registrar las señales electromagnéticas naturales de la zona y reflejarlas en
un mapa de la corteza y el manto. Fue así como descubrieron la sorprendente
existencia de la capa «lubricante» de magma.
«Fue algo totalmente
inesperado -asegura el geofísico Kerry Key-. Buscábamos hacernos una idea del
papel que tienen los fluidos en la subducción de placas, pero descubrimos una
capa fundida que no esperabamos encontrar allí en absoluto. Fue algo realmente
sorprendente».
Durante décadas, los investigadores han debatido sobre la
naturaleza de las fuerzas y de las circunstancias que permiten a las placas
tectónicas del planeta deslizarse a través del manto terrestre. Algunos estudios
muestran cómo el agua disuelta en los minerales que forman las capas superiores
del manto contribuye a crear una capa más dúctil y que facilita el movimiento de
las placas que se deslizan encima. Pero nunca ha sido posible recopilar datos
suficientes como para confirmar (o desmentir) esta teoría.
«Nuestros
datos dicen que el agua no puede ser responsable de las características que
observamos -asegura por su parte Samer Naif, autor principal del estudio-. La
información obtenida de las nuevas imágenes confirma la idea de que se necesita
una cierta cantidad de roca fundida en el manto superior y que es esa roca la
que en realidad hace posible esta zona dúctil y a través de la cual las placas
pueden deslizarse».
Los investigadores sostienen que sus resultados
ayudarán a los geólogos a comprender mejor cómo funcionan los bordes de las
placas tectónicas y cómo influyen en los terremotos y el vulcanismo.
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