Un dato realmente llamativo y preocupante lo podemos ver en como las ardillas están engordando más de lo debido por culpa del cambio climático.
Y es que, por culpa del cambio climático, podemos ver como los hábitos de las ardillas están cambiando de manera importante, debido a que ya no necesitan hibernar, a lo cual tenemos que sumar que pueden conseguir comida durante todo el año, lo cual está provocando que las ardillas estén obesas.Para comenzar, tenemos que decir que las ardillas están perdiendo el hábito de invernar durante el invierno, debido a que el frío ya no es tan intenso, de aquí que las mismas ya puedan estar activas durante todo el año.
Por otra parte, gracias a las temperaturas suaves que se producen en invierno, las ardillas están consiguiendo encontrar alimento durante todos los meses del año. Si a esto sumamos que las ardillas ya no invernan, se traduce en que las mismas ya no queman las grasas recaudadas durante los meses más prósperos, durante los meses de invernación. Es decir que, a las grasas adquiridas durante todo el año, hay que sumarle las grasas que adquieren durante los meses de invierno. Todo esto está traduciendo que las ardillas estén sufriendo de sobre peso.
A este problema hay que añadir que las ardillas se están introduciendo de una manera sencilla en las ciudades, de aquí que ya no tengan que hacer tantos esfuerzos para encontrar y esconder alimento, debido a que saben que lo pueden conseguir sin problemas. Esto hace que puedan sobrealimentarse.
Por todo ello, a día de hoy podemos ver como las ardillas ya no solo están gordas durante los meses previos al invierno, momento en el cual las mismas adquirían grasas para poder pasar el invierno sin problemas. Sino que a día de hoy están gordas durante todo el año, debido a que ya no tienen problemas para encontrar alimento en invierno y sobre todo a que muchas de estas ardillas ya no se ven en la obligación de invernar gracias al cambio climático.
A todo esto, tenemos que añadir que gracias a que las ardillas pueden alimentarse sin problemas, sobre todo en las ciudades, cada vez son más grandes los ejemplares que se pueden ver, debido a que las ardillas son animales que pueden auto regular su tamaño de manera rápida según la alimentación que lleven.
Según un estudio realizado por los investigadores de la universidad de Zurich, las ardillas terrestres del Cabo, uno de los animales más bonitos del mundo, son capaces de enterrar su comida y encontrarla más tarde sin problemas gracias al sol. Y es que se ha demostrado que esta variedad de ardilla es capaz de orientarse y encontrar la comida enterrada gracias a la luz del sol.
Para ello los investigadores realizaron un experimento con esta variedad de ardillas, el cual demostró que las mismas se desplazan en línea recta al mismo, lo cual les ayuda a enterrar y encontrar más tarde la comida sin problemas.
Los investigadores para demostrar esta teoría, lo que hicieron fue dar comida a las ardillas y más tarde seguir sus movimientos a través del GPS. El mismo indicó que las mismas solo seguían una línea recta respecto al sol. Además, para corroborar el mismo, los investigadores volvían a realizar el mismo experimento al día siguiente, a través del cual las mismas volvían a repetir la misma práctica, es decir que, las mismas usan el sol para orientarse y para enterrar y más tarde encontrar su comida.
Por otra parte, este estudio demuestra que las ardillas volverán a recuperar su alimento antes de que llegue el día siguiente, sobre todo si hay mucha competencia en la zona. Así se aseguran de que otras ardillas no les roben su alimento y por ello puedan disfrutar de un alimento que han conseguido gracias a un gran esfuerzo.
De esta manera, podemos ver como las ardillas gracias al sol son capaces de orientarse de manera flexible y temporal, lo cual ha resultado ser una investigación realmente muy interesante, debido a que la misma no se conocía hasta el momento. Por este motivo, podemos ver como este animal tan bonito, también se suma a otras especies animales que usan el sol para orientarse y moverse, tal y como sucede con las palomas mensajeras o por ejemplo las abejas.
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