El Ayuntamiento
de la ciudad Boston, en la costa Este de USA, capital del Estado de
Massachusetts y con una población de 635.000 habitantes, ha iniciado la
planificación para prevenir una tormenta solar extrema.
Así se desprende del
nuevo Plan de Prevención de Riesgos Naturales 2013 que la Ciudad de Boston acaba
de elaborar bajo la dirección de la Protección Civil del Estado de Massachusetts
(la “Massachusetts Emergency Management Agency”, MEMA) y en el que se prevé,
expresamente, un desembolso de 550.000 dolares en los próximos 15 meses (entre
el último trimestre de 2013 y a lo largo de 2014) para dicho fin.
500.000 dólares de los cuales irían destinados a
la compra de “cajas faraday” (sistemas para la protección de componentes
electrónicos ante los pulsos electromagneticos) así como distintos equipos de
radio “redundantes” (secundarios o de reserva, para caso de fallo de los
primarios), sistemas de iluminación led, cargadores solares, ordenadores
portatiles y material médico electrónico de uso en emergencias cuyo uso será
directamente, la de ser salvaguardados dentro de las cajas faraday, debido a que
un pulso electromagnético que golpease la ciudad no sería previsible y es
necesario contar con ello almacenado así en todo momento, precisa el documento
de la Protección Civil de Boston.
En particular se detallan hasta doce componentes
electrónicos vitales en una emergencia por tormenta solar extrema y que habría
que comprar y almacenar en distintas cajas faraday a distribuir en distintos
emplazamientos de la ciudad a disposición de los servicios de
emergencia:
“1.)Licensed Radio Equipment, 2.)Amateur Radio
Equipment, 3.)FRS/GMRS radios, 4.)Solar Battery Chargers, 5.)Computer equipment
(laptops), 6.) Portable Hard drives with key information on it, 7.)Generators,
8.) Digital Cameras, 9.) LED Flashlights, 10.)Inverters, 11.) Electronic Medical
Equipment, 12.) Batteries for the Electronic equipment”
Junto a ello, un extra de otros “US$ 40 a
50.000″ de dicho presupuesto, hasta hacer el total de los 550.000, serían
exclusivamente destinados a la compra de sistemas faraday “vacías” para
distintos usos.
En paralelo a todo ello, otra de las medidas en
desarrollo en Boston es la de elaborar un inventario de equipos e instalaciones
de la ciudad que serían vulnerables a una tormenta solar, a los efectos de
planificación.
El documento de la Protección Civil de Bostón al
que ha tenido acceso Nuevatribuna.es incluye, igualmente, un anexo con
descripción de distintos sistemas faraday utilizables por los servicios de
emergencias “para mitigación de una tormenta solar”, entre los que incluyen el
posible uso de “contenedores” de acero, en la misma línea de la Protección Civil
de Pensilvania (PEMA).
Para el Observatorio del Clima Espacial las
medidas del Ayuntamiento de Boston constatan como la nueva Directiva
Presidencial 8 de Obama impulsada desde la Casa Blanca desde hace dos años está
alcanzando ya el nivel de implementación local, que es “donde viven los
ciudadanos”. “El esfuerzo presupuestario de Bostón en plena crisis que tambien
está golpeando a muchas ciudades de Estados Unidos sería como si en España
grandes ciudades costeras del norte peninsular como Barcelona, San Sebastian,
Santander o Gijón destinasen medio millón de dólares de su presupuesto local a
la compra de equipo crítico para caso de emergencia por EMP”, pero en
España y en la Unión Europea “falta ese impulso” detrás para implicar
en la prevención de este riesgo a las administraciones locales,
señalan.
“En todo caso”, puntualizan, “y
respecto las cajas faraday hay que destacar que las tormentas solares no
requieren de las mismas para proteger pequeños componentes electrónicos
independientes como los indicados. Las tormentas solares carecen de los
componentes E1 y E2 del pulso y, por eso, basta con que tales componentes estén
físicamente desconectados de la red eléctrica al desencadenarse el “GIC” para
quedar automáticamente protegidos. Lo que sí se previene con esa metodología son
los pulsos electromagnéticos de caracter artificial, pulsos de alcance
continental por detonación nuclear a gran altitud, lo que nos hace pensar que,
probablemente, se trata más bien de un protocolo de protección estandarizado o
unitario, ante el EMP solar y artificial; eso o bien que no se quiere causar
especial alarma sobre el hecho real del riesgo de EMP artificial, de la mano del
hombre, mucho peor en sus consecuencias”.
“De hecho” concluyen, “la propia referencia
en el documento de la Protección Civil de Boston a que no podemos predecir
cuando un pulso electromagnético podría desatarse como razón por la que
resultaría necesario disponer de los sistemas de emergencia redundantes que se
compren directamente salvaguardados en faradays, confirma esa impresión, porque
de hecho ante una tormenta geomagnética sí que se dispondría, en todo caso, de
un mínimo tiempo de antelación, siquiera unas breves horas, mientras que, en
cambio, con un EMP artificial no, de desatarse prácticamente no habría
posibilidad ninguna de previo aviso, y en el instante en el que se desencadenase
o el equipo electrónico de emergencia se encuentra protegido de ante mano en una
caja faraday o no lo está y resulta inutilizado. Compran equipo electrónico
vital en una emergencia por tormenta geomagnética pero compran, adicionalmente,
equipo faraday de protección – y lo dejan todo directamente ahí – porque están
previniendo un EMP artificial, y no pasa nada por decirlo, es una buena práctica
preventiva porque en el siglo XXI el riesgo EMP es una nueva
realidad”.
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