Al comienzo de la Guerra Fría, la URSS tuvo un pequeño ataque de pánico ante la idea de que los Estados Unidos podría haber obtenido un triunfo crucial y decisivo, ganado por el posible descubrimiento, estudio, y en última instancia, la replicación de tecnología alienígena como la recuperada del infame sitio del accidente ovni en Roswell.
Así que los rusos pusieron mucho esfuerzo en la búsqueda de artefactos similares, con la esperanza de encontrar algo aún mejor que sus enemigos.
El primer lugar lógico para buscar sería Egipto, que está lleno de misteriosas estructuras como las pirámides, y con la esfinge aún más antigua, o numerosas tumbas antiguas que se siguen descubriendo aún hoy. Egipto era un aliado de Rusia, por lo que la KGB preguntó a los servicios locales si tenían alguna información acerca de algo remotamente cerca de lo que estaban buscando.
Las autoridades egipcias dijeron que no tenían información real, pero habían oído una historia sobre la Tumba del Dios Visitante, que les fue contada en el lecho de muerte por dos beduinos en un hospital local. Se decía que habían encontrado accidentalmente la tumba de un ser extraterrestre y justo después de entrar se enfermaron súbitamente y tuvieron que ser llevados a la sala de emergencias más cercana.
Los beduinos no sobrevivieron a la misteriosa y brutal enfermedad, pero antes de morir confesaron toda la experiencia. Al recibir esta información, la URSS reunió rápidamente un equipo formado por científicos, arqueólogos y personal militar, quienes fueron enviados a África, donde se unirían con un equipo egipcio similar para buscar el sitio. Todo esto es confirmado por Viktor Ivanovich, un científico de Rusia que tenía permiso para estudiar algunos archivos de inteligencia clasificados. Ivanovich dice:
No hay duda de que un pequeño grupo de científicos rusos con expertos militares han descubierto una tumba en Egipto en 1961. Pero en los documentos nunca se ha revelado exactamente lo que se encontró dentro del sarcófago. Sólo las fuentes de las más altas filas de la KGB saben que hemos encontrado los restos de una criatura alienígena que murió en Egipto en el 10000 antes de Cristo.
La misión binacional fue un éxito y el equipo no sólo localizó la tumba, sino que también recuperó una gran cantidad de artefactos. Los informes entre altos funcionarios de la KGB muestran que no menos de quince cajas de maravillas desconocidas fueron recuperadas de la tumba del Dios Visitante.
Las paredes de la tumba también estaban llenas de marcas jeroglíficas, que un equipo de egiptólogos rusos y locales trabajaron incansablemente para copiar y luego traducir. Entre los párrafos que podrían traducirse están los relatos sobre el regreso de un dios extraterrestre, con grandes alas. El equipo también informó de un escudo o una barrera que los retenía como si estuviera protegiendo a algo o alguien. No sabemos quién o qué.
Durante la inspección de las paredes nos dimos cuenta de una extraña fuerza repulsiva que salía de las paredes. No pudimos encontrar ninguna explicación científica.
El gran asombro llegó al encontrar el lugar de descanso del Dios Visitante y los restos momificados. Su tamaño es considerablemente mayor que el de un hombre normal, y probablemente hubiera sido aún mayor cuando estaba vivo. (La momificación reduce drásticamente los cuerpos). Los restos fueron probados con carbono y se cree que tienen aproximadamente 13.000 años de antigüedad.
La mitología antigua de Egipto nos dice que la primera dinastía fue engendrada por Osiris, que era parte hombre y parte Dios y descendió a la Tierra a bordo de una nave voladora. Esto no es claramente una profecía sino la descripción de un encuentro OVNI, ya que no tenían conocimiento de esas cosas en ese entonces. Si es así, la KGB podría haber tropezado con el cuerpo de nuestro verdadero creador.
También hay vídeos de la expedición, que los expertos han declarado en su mayoría válida y no falsificada. Siendo de los años 60, esta en blanco y negro y muestra la excavación arqueológica en detalle. Se dice que la película fue recibida por una tercera parte rusa con acceso privado a los archivos de seguridad secretos.
Durante unos segundos, los miembros del equipo se apresuraron a salir de la habitación, ya que el gas tóxico se diseminaba cuando fue abierto el ataúd. Un miembro incluso le dijo al hombre de la cámara que dejara de filmar y salga. Un equipo más reducido volvió más tarde llevando equipo protector.
Muchos años después, todavía no sabemos exactamente qué tecnología o secretos descubrieron, o a quién realmente pertenecía el cuerpo.
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