En 2013 se descartó que fuera a impactar en 2029 o en 2036, pero científicos alertan de que más adelante podría ser una amenaza
Días antes de que el próximo 30 de junio se celebre el Día del Asteroide, una conmemoración que pretende recordar el riesgo que se cierne sobre las cabezas de la Humanidad, un grupo de astrónomos del Observatorio de Turín (Italia) ha alertado de la necesidad de seguir rastreando el curso del asteroide Apofis, una mole rocosa de cerca de 370 metros de largo que es capaz, en teoría, de arrasar ya no una ciudad entera sino una provincia completa. Según los astrónomos, ahora mismo no se puede descartar la posibilidad de que en un futuro el asteroide choque contra el planeta.
«Podemos descartar la colisión en la próxima máxima aproximación entre el asteroide y la Tierra, pero sabemos que la órbita cambiará entonces de un modo que no es del todo predecible ahora mismo, así que no podemos predecir cómo se comportará a largo plazo», ha explicado Alberto Cellino en Astrowatch.net.
En 2004 se temió que la roca entrara en órbita de colisión, y que el impacto se produjera en 2029, durante su máxima aproximación, o bien que después la gravedad del planeta lo acercase lo suficiente como para llevar este choque hasta el año 2036. Por suerte, el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de California, Estados Unidos, descartó en 2013 una colisión con Apofis en esas fechas, a la que asignaron una probabilidad de uno entre un millón. Pero, ¿qué pasará después?
Dado que los asteroides potencialmente dañinos para la Tierra tienen órbitas bastante caóticas, los astrónomos del Observatorio de Turín sostienen que es difícil predecirlo.
«Ahora mismo no hay asteroides en una trayectoria de colisión», ha aclarado el astrónomo Alan Harris en Astrowatch.net. Entonces, ¿cómo se mide el riesgo que suponen?
«Como no conocemos con exactitud todas las órbitas, hay algunos a los que le asignamos una baja probabilidad de impacto en un futuro distante, pero en este momento ninguno tiene una probabilidad mayor de impacto que la de que una roca cualquiera, que no hayamos detectado, choque contra la Tierra», ha explicado Harris.
La escala Palermo
Esta relación entre el riesgo de que una roca cualquiera no conocida y una conocida impacte es lo que da forma a la escala Palermo. Se trata de una escala logarítmica que mide el riesgo de impacto de asteroides concretos en relación con un «fondo» de riesgo de que un asteroide desconocido choque contra el planeta.
Una puntuación de cero indica que un asteroide es tan peligroso como ese fondo de rocas cualesquiera. Un índice negativo, indica que el choque es incluso menos probable.
¿Qué lugar ocupa el temido Apofis? Harris lo ha recordado: «Apofis tiene un valor de menos tres en la escala Palermo, lo que quiere decir que, aunque no podamos descartar que ocurra en el futuro, la probabilidad de que impacte es 1.000 veces menor a la de la colisión de una roca cualquiera no conocida en el mismo tiempo».
Después de la cercana pasada que ocurrirá en 2029, hay muchas posibles órbitas resultantes cuyo riesgo es actualmente difícil de estimar. Por si acaso, el asteroide será vigilado de forma permanente.
(Fuente: abc.es)
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