Ya es algo oficial: el caso del avión de
Malaysia Airlines desaparecido es el mayor misterio aeronautico de todos los
tiempos.
Todo el mundo se pregunta como es posible que en
la era del control tecnologico masivo y del monitoreo exhaustivo, desaparezca un
avion de ese tamaño. Un enigma sin precedentes.
Lo cierto es que mucho se ha escrito sobre ello
estos últimos días y muchas teorias, informaciones, opiniones de expertos, bulos
y noticias falsas inundan los medios y la red en estos momentos y por lo tanto,
no vamos a entrar a analizar los detalles de los hechos.
Pero hay un elemento en el que nadie parece
reparar: las caracteristicas narrativas del caso en sí. Es decir, la forma en que nos es presentado este
misterio, un hecho que si lo estudiamos con atención, resulta de lo más
inquietante.
Y es que la clave del asunto radica en la falta
de información y por lo tanto, en el suspense que genera.
Un gancho de lo más efectivo a la hora de atraer
la atención de la audiencia y que parece la obra de un guionista.
¿SE TRATA DE UNA MANIPULACIÓN
GUIONIZADA?
Durante estos últimos días y a cuentagotas,
hemos ido recibiendo pequeñas dosis de informacion acerca del posible destino
del avión, que han representado, en cada caso, un nuevo giro argumental
justo cuando la atención mediática parecía decaer y que han permitido aumentar
el nivel de suspense de forma paulatina.
Ha sido precisamente esta sabia
combinacion de falta de información y dosificación adecuada de los datos la que
ha permitido que:
1-Se focalice la atención de todo el
planeta en este misterio
2-Se genere suficiente nivel de suspense
como para que, con el paso de los días, ese nivel de atención focalizada, no
solo no decaiga, sino que aumente.
Algo realmente dificil, por no decir paradójico,
en un mundo como el actual, pues vivimos en un entorno en el que nadie puede
centrar la atencion sobre un hecho durante demasiado tiempo a causa del
bombardeo vertiginoso de noticias.
3-Se de pie a miles de bulos y teorias
en la red, consiguiendo con ello retroalimentar el propio interés por el caso y
por lo tanto focalizar aun más energia sobre él.
En definitiva, parece una estructura narrativa
realizada adrede, con sus propios giros de guión con el fin de mantener
la tensión del espectador en todo lo alto, como si alguien tratara de
concentrar el foco de la atención mundial en un punto determinado y más
concretamente, en una imagen casi arquetípica: la de un avión.
Y eso es precisamente lo que arroja las
preguntas más inquietantes:
¿Quién podria estar interesado en concentrar la
atención de todo el planeta sobre un caso tan concreto como éste?
¿Y con qué objetivos?
Evidentemente, no sabemos como concluirán los
hechos, pero desgraciadamente, en el caso de que se tratase de una “manipulación
de carácter narrativo”, tanto suspense acumulado y tantas emociones focalizadas
sobre un asunto específico, apuntarían a un final apoteósico a nivel mediático,
es decir a un evento o acontecimiento que concentrara todas esas energias
y todas esas emociones con el fin de vehicularlas con algun interés.
Para entender mejor a qué nos referimos, vamos a
poner un ejemplo propio de una película de espías.
UN EJEMPLO DE MANIPULACIÓN DE CARÁCTER
NARRATIVO
Supongamos que (por decir algo sin relación con
ningun caso real), un gobierno de un país cualquiera quiere beneficiarse
políticamente de su lucha contra el terrorismo.
Una forma posible de conseguirlo sería a través
del típico atentado de falsa bandera: un hecho impactante y doloroso perpetrado
por agentes a las órdenes del propio gobierno, pero que es achacado a un
supuesto grupo terrorista X de carácter antigubernamental, hecho que permite al
gobernante de turno vehicular las lógicas emociones de rabia de la poblacion en
su favor.
Ahora supongamos que ese gobierno quiere
multiplicar los efectos de esa operación de falsa bandera, pero minimizando la
inversion realizada y los riesgos que conlleva realizarla.
En tal caso, lo mejor sería utilizar técnicas
narrativas que actuen como factor multiplicador de las emociones de la
población.
Pongamos un caso hipotético y totalmente
inventado de una operación de este tipo, basada en técnicas narrativas, dividido
en el clásico esquema de planteamiento, nudo, desenlace.
Planteamiento
Un supuesto grupo terrorista X secuestra a un
miembro del partido gubernamental y presenta sus reivindaciones al gobierno con
un ultimatum del estilo: “si no son satisfechas nuestras reivindaciones en un
plazo de 48 horas, el secuestrado será asesinado”.
Nudo
Durante las siguientes 48 horas, la atención
mediática se centra en el caso y el gobierno se encarga de crear la tensión
necesaria entre la población, empezando por una afectada y teatral rueda de
prensa del jefe del gobierno y siguiendo por la convocatoria de manifestaciones
que piden la paz y la liberación inmediata del secuestrado.
Para ello se utiliza como gancho emocional a los
propios familiares de la víctima: padres, hermanos, mujer e hijos que lloran
ante las camaras suplicando piedad a los terroristas.
Se realizan actos cívicos llenos de simbolismo
visual que toquen la fibra sensible de la población, como por
ejemplo:
·Niños en colegios mostrando sus dibujos donde
se pide la liberacion del secuestrado
·Gente encendiendo velas en reuniones
silenciosas en plazas y calles y ante las sedes del partido político al que
pertenece el secuestrado
·Muros improvisados repletos de escritos
anonimos pidiendo la liberación de la victima, etc, etc, etc…
Con tales actos espontáneos llenando los medios,
se consigue la plena complicidad de la población con la víctima y por lo tanto,
con todo lo que el secuestrado representa, es decir, el partido gobernante y el
propio gobierno.
Las horas pasan y se acerca la hora
límite.
El gobierno, respaldado por la opinón pública,
no cede a las presiones de los terroristas.
La población contiene la respiración, ante el
inminente desenlace de los acontecimientos. Entonces, cuando las emociones estan
a flor de piel, se produce el trágico desenlace: el malvado grupo terrorista
cumple sus amenazas y el político secuestrado es hallado muerto.
La respuesta de rechazo de la población y el
sentimiento de solidaridad hacia el partido político de la víctima y por lo
tanto, hacia el gobierno en si, serian infinitamente mayores que realizando un
atentado de falsa bandera basado, únicamente, en el shock asociado a imágenes de
destrucción.
Se trataría pues, de un tipo de manipulación
basada en la vehiculación de las emociones a través de un artefacto
narrativo, que sería utilizado como elemento multiplicador del
efecto.
La típica obra de un guionista capaz de
gestionar el suspense, las emociones y las expectativas del
espectador.
Lo que hemos expuesto es solo un ejemplo de
cómo se puede llegar a manipular a gran cantidad de personas mediante el uso
de técnicas narrativas clásicas
Y llegados aquí, deberíamos preguntarnos,
¿Podría ser el caso del avión desaparecido de Malaysia Airlines una manipulación
de este tipo?
¿Lo que estamos viendo es un artefacto narrativo
que busca focalizar gran cantidad de atención y emociones en un solo caso con el
fin de desembocar en un final impactante que beneficie los intereses de alguien
en concreto?
¿Hay alguna justificación para el hecho de que
ningún país, por poderoso que sea, tenga ni la menor idea de donde se encuentra
el avión, pero que sin embargo recibamos regularmente pequeñas dosis de
información perfectamente suministradas, que representan giros
argumentales?
Quizás todo lo expuesto sea rizar el rizo de la conspiranoia.
Es cierto, lo aceptamos porqué es así.
Pero vale la pena hacerse preguntas y abrir bien los ojos y más cuando un suceso tan extraño como éste nos es presentado de una forma tan sospechosamente “efectiva”…¿no crees?
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