Varias viviendas quedaron sepultadas como
consecuencia de las recientes lluvias torrenciales
Cuando el sábado por la noche los grupos de rescate empezaron a trabajar en
el condado de Snohomish, a 45 kilómetros de Seattle, en el estado de Washington,
se escuchaban los gritos de socorro de las personas sepultadas bajo toneladas
de barro en un deslizamiento de tierras que había creado “una milla
cuadrada (lo que significa unos 3,8 kilómetros cuadrados) de
devastación“, en palabras del gobernador del Estado, Jay Inslee.
Las condiciones de trabajo, sin embargo, eran muy precarias, y la
operación tuvo que ser aplazada al domingo. Cuando ésta se reanudó, el
silencio en la zona dejó claro a los equipos de rescate que las personas
atrapadas habían muerto. En el último conteo, las autoridades han confirmado 8
muertos, pero también han declarado que hay 108 personas desaparecidas.
Además, hay 5 personas que han sido rescatadas con vida, aunque 4 de ellas se
encuentran e en estado crítico.
La cifra de 108
desaparecidos no es definitiva y, según las autoridades, es una estimación
máxima, teniendo en cuenta el número de residentes en el área afectada.
El desprendimiento de tierras apenas duró tres segundos, en los que
aplastó más de 100 viviendas e incluso estuvo a punto de provocar una
inundación, dado que bloqueó un río. La zona del siniestro es la típica
área suburbana de clase media-baja Estados Unidos, con población dispersa
y construcciones prefabricadas y caravanas, lo que las hace aún más
vulnerables a un fenómeno de estas características.
Sin embargo, esas mismas zonas suelen tener un elevado porcentaje de
población flotante, es decir, que sólo reside en ellas por determinados periodos
de tiempo. Esa circunstancia podría hacer que el número final de víctimas fuera
inferior a los 108 desaparecidos. El área en la que se produjo el siniestro se
encuentra a 45 kilómetros de la ciudad de Seattle, uno mayores centros
urbanos de EEUU, y cuya área metropolitana es sede, entre otras, de las empresas
Microsoft, Amazon y Starbucks.
(Fuente: elmundo.es)
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