Las
familias millonarias más influyentes del mundo buscan reducir la población
mundial para tener más recursos para sí mismos, considera Daniel Estulin,
periodista de investigación, escritor y responsable del programa de RT ‘Desde la
sombra’.
Mientras algunos gigantes financieros han invertido en industrias pesadas y
contaminantes, la Casa Rothschild se ha vinculado a la filantropía y al
ecologismo, pero hablando de “conceptos ecológicos no se trata de salvar al
planeta Tierra, sino todo lo contrario”, advierte Estulin. Su “objetivo
principal es reducir la población mundial” y “si no hay progreso ni desarrollo
industrial, no habrá crecimiento de la población”, según explica el
periodista.
“Somos 7.000 millones de personas que vivimos en el planeta Tierra, que tiene
unos recursos naturales muy limitados”. La escasez de alimentos y agua potable
es un problema cada vez más grave. “Cuando lleguemos a 10.000-20.000 millones de
habitantes, ¿qué vamos a comer y beber?”, se pregunta Estulin. Por esto se
preocupan también las legendarias dinastías multimillonarias, porque “para que
gente como Rockefeller y Rothschild puedan comer, alguien tiene que morir”.
Recientemente, la familia Rothschild ha demostrado su gran interés en China y
otros mercados emergentes, países que a menudo se caracterizan por un rápido
crecimiento demográfico. Las autoridades de esos países están planeando
desarrollar en los próximos cinco años ramas industriales como energías
alternativas y biotecnologías. Esta tendencia corresponde a los intereses de la
casa, que podría “intentar reducir la población mundial a través de la
desindustrialización”.
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