A finales de febrero, un grupo de astrónomos del Observatorio de la Sagra, en Andalucía, descubrió un pequeño
asteroide de unos 50 metros de diámetro en una órbita muy similar a la de la
Tierra. Llamada 2012 DA14, la roca espacial
pasará "rozando" nuestro planeta en febrero de 2013. Tan cerca que, hace apenas
unos días, nadie se atrevía a asegurar que no acabaría haciendo impacto contra
nosotros. El 15 de febrero de 2013, el
asteroide pasará apenas a 28.000 km. de nosotros.
La órbita del asteroide, una elipse algo más inclinada
que la de nuestro planeta, le lleva a pasar cerca de la
Tierra dos veces al año, más o menos cada seis meses. El último
acercamiento fue el pasado 16 de febrero, pero fue a cerca de 2,5 millones de
km. de distancia, lo que evidentemente no supuso peligro alguno.
Sin embargo, el año que viene la "visita" será mucho
más cercana. De hecho, el 15 de febrero de 2013 el pequeño asteroide pasará
"sólo" a 28.000 km del centro de la Tierra, la misma distancia a la que se
encuentran muchos de nuestros satélites. 2012 DA14 se convertirá entonces
en uno de los asteroides (observados) que más cerca haya pasado de la
Tierra. Otros han rozado nuestro mundo a distancias aún menores, pero sin
ser detectados durante su aproximación. Se desplazará a una velocidad de unos 7
kilómetros por segundo en relación a nuestro planeta. Si bien no hay riesgo de
impacto, su órbita va a desviarse considerablemente por la gravedad terrestre
depués del máximo acercamiento, lo cual generará cierta incertidumbre en la
predicción de los futuros encuentros y el cálculo de posibles impactos en el
tiempo, según informa el Observatorio Astronómico de Mallorca.
En 2020, más peligroso
Los astrónomos, por desgracia, no están tan seguros de
lo que sucederá durante las órbitas siguientes. Al parecer, ninguna de
ellas supondrá un serio peligro hasta el año 2020, el año en que existen
más posibilidades de impacto (una de cada cien mil), lo que sigue siendo, a
pesar de todo, una probabilidad pequeña.
No obstante, hay que tener en cuenta que cuando se
detecta la posición de un asteroide a través de un telescopio, esa posición
nunca es absolutamente precisa, debido a numerosos factores como, por ejemplo,
las distorsiones que la propia atmósfera provoca en la observación. Por lo que
siempre existe un margen de
error, especialmente significativo en casos, como éste, en que el
asteroide en cuestión va a pasar tan cerca.
Así que los científicos, por si acaso, han decidido no
quitarle ojo al visitante, aunque por ahora parece que estamos
razonablemente seguros. Una roca de ese tamaño podría, en caso de caer en
una zona habitada, causar una catástrofe de grandes proporciones. Recordemos que
el meteorito que cayó en Tunguska, en plena Siberia, en el año 1908 sólo medía 80
metros, pero arrasó más de 2.000 km cuadrados de tundra...
La población europea posiblemente sea la más afortunada
durante la noche del 15 de febrero de 2013, ya que el fenómeno
podrá ser seguido con unos simples prismáticos desde nuestro continente,
como una estrella que se desplazará a gran velocidad y que por unos pocos
minutos desaparecerá por entrar en el cono de sombra de la Tierra.
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