La noche del 3 al 4 de enero los terrestres podremos ver en todo su apogeo la lluvia de estrellas fugaces denominada 'Cuadrátidas'. El ‘aguacero’ estelar, primero del 2012, tendrá una intensidad de unos 120 meteoros por hora. Este año el fenómeno será particularmente vistoso, ya que la luz lunar no lo eclipsara.
Las estrellas fugaces, visibles cada año entre 28 de diciembre y el 7 de enero, mostrarán todo su esplendor sólo a los observadores del hemisferio norte, ya que en el hemisferio sur las estrellas ‘se derramarán’ sólo después de la madrugada.
El fenómeno de la 'danza de estrellas' se produce cuando la órbita de la Tierra se cruza en el camino de los flujos de meteoros compuestos por fragmentos de cometas o asteroides mezclados con el polvo espacial. Según los astrónomos, esas partículas interplanetarias atravesarán nuestra atmósfera a una velocidad de 145.000 kilómetros por hora y se quemarán a una altura de 80 kilómetros.
Las lluvias de estrellas reciben sus nombres de las constelaciones visibles en los lugares del cielo donde aparecen los ‘incendios’ de meteoros consumidos en la atmósfera. Y las Cuadrántidas, registradas por la primera vez en 1825, coincidieron con la antigua constelación de Quadrans Muralis.
La anterior lluvia, Gemínidas, se produjo el 14 de diciembre del año pasado y la próxima, Lyridas, será visible en abril de este año.
Las estrellas fugaces, visibles cada año entre 28 de diciembre y el 7 de enero, mostrarán todo su esplendor sólo a los observadores del hemisferio norte, ya que en el hemisferio sur las estrellas ‘se derramarán’ sólo después de la madrugada.
El fenómeno de la 'danza de estrellas' se produce cuando la órbita de la Tierra se cruza en el camino de los flujos de meteoros compuestos por fragmentos de cometas o asteroides mezclados con el polvo espacial. Según los astrónomos, esas partículas interplanetarias atravesarán nuestra atmósfera a una velocidad de 145.000 kilómetros por hora y se quemarán a una altura de 80 kilómetros.
Las lluvias de estrellas reciben sus nombres de las constelaciones visibles en los lugares del cielo donde aparecen los ‘incendios’ de meteoros consumidos en la atmósfera. Y las Cuadrántidas, registradas por la primera vez en 1825, coincidieron con la antigua constelación de Quadrans Muralis.
La anterior lluvia, Gemínidas, se produjo el 14 de diciembre del año pasado y la próxima, Lyridas, será visible en abril de este año.
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