El impacto en la Tierra de ayer martes de una eyección de masa coronal (CME) --una enorme nube de plasma magnetizado por la atmósfera solar-- resultado de la gran explosión solar registrada el pasado lunes, ha causado finalmente una tormenta geomagnética de menor importancia, pero sin efectos sobre las infraestructuras terrestres.
La Agencia Espacial Europea incluye entre éstas tales las redes eléctricas o redes de telefonía, donde no se han observado alteraciones reseñables.
El principal impacto de esta tormenta se traduce en espectaculares auroras en latitudes altas
La llamarada solar del lunes también provocó una fuerte corriente de protones, la más potente vista desde 2005.
Pero cabe reseñar que estaremos alerta, dado que tal llegada de partículas magnéticas puede tener el efecto de resoancia parecido al de un microondas. Es decir, la corteza superior terrestre y los sistemas de comunicaciones no les ha sucedido nada pero, el núcleo del planeta puede excitarse, aumentar la temperatura y generar alguna gran erupción volcánica o desplazamiento del magma y generar algún terremoto. Estaremos atentos a los posibles efectos colaterales de la descomunal llamarada solar y de como han podido o no afectar al núcleo de la Tierra.
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