Circula en la red una profecía bíblica que bien podría ajustarse a los tiempos que corren en Medio Oriente. Según esa profecía del Antiguo Testamento (Isaías 17:1-3), la capital de Siria, Damasco, podría ser destruída y reducida a ruinas.
La profecía en cuestión es esta:

En medio de las tensiones en Medio Oriente, con USA preparando un bombardeo sobre Siria e Israel movilizando tropas hacia su frontera norte, la idea de que una bombardeo sobre territorio sirio desemboque en un conflicto a gran escala no es del todo descabellada. De hecho, probablemente el análisis de esa posibilidad sea lo que esté retrasando los movimientos bélicos.
A la vez, se conoce otra profecía bíblica, esta vez del Apocalipsis, que se refiere a los cuatro jinetes provocando la muerte de personas por fuego, humo y azufre saliendo de sus bocas.
“Diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Eufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca.” (Ap.9:14-18).
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