Unos científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) han identificado cómo un componente de un antiguo remedio herbal chino contrarresta algunos de los síntomas de una intoxicación aguda por ingestión de alcohol y de la resaca subsiguiente. Ese componente, la dihidromiricetina, está presente en la planta conocida como Hovenia. El estudio ha sido financiado por los Institutos Nacionales de Salud en Estados Unidos.
El equipo del profesor Richard W. Olsen y la doctora Jing Liang, ambos del departamento de farmacología médica y molecular de la Escuela David Geffen de Medicina en la UCLA, ha comprobado en un estudio realizado en ratas que la dihidromiricetina bloquea la acción del alcohol sobre el cerebro y las neuronas, y también reduce el consumo voluntario de alcohol, sin tener efectos secundarios importantes.
Específicamente, la dihidromiricetina inhibió el efecto del alcohol sobre los receptores GABAA del cerebro. El alcohol normalmente refuerza la influencia que los receptores GABAA tienen para enlentecer la actividad de las células cerebrales, reduciendo la capacidad para comunicarse y aumentando la somnolencia, algo típico de la embriaguez.
En la próxima etapa de la investigación se realizarán ensayos clínicos sobre humanos.
El equipo de investigación ha determinado, por tanto, que la dihidromiricetina puede ofrecer una vía para contrarrestar la intoxicación por alcohol y la dependencia a éste, lo que conduciría a tratamientos terapéuticos esencialmente nuevos, aunque basados en un antiguo remedio que ha sido usado durante al menos 500 años.
El equipo del profesor Richard W. Olsen y la doctora Jing Liang, ambos del departamento de farmacología médica y molecular de la Escuela David Geffen de Medicina en la UCLA, ha comprobado en un estudio realizado en ratas que la dihidromiricetina bloquea la acción del alcohol sobre el cerebro y las neuronas, y también reduce el consumo voluntario de alcohol, sin tener efectos secundarios importantes.
Específicamente, la dihidromiricetina inhibió el efecto del alcohol sobre los receptores GABAA del cerebro. El alcohol normalmente refuerza la influencia que los receptores GABAA tienen para enlentecer la actividad de las células cerebrales, reduciendo la capacidad para comunicarse y aumentando la somnolencia, algo típico de la embriaguez.
En la próxima etapa de la investigación se realizarán ensayos clínicos sobre humanos.
El equipo de investigación ha determinado, por tanto, que la dihidromiricetina puede ofrecer una vía para contrarrestar la intoxicación por alcohol y la dependencia a éste, lo que conduciría a tratamientos terapéuticos esencialmente nuevos, aunque basados en un antiguo remedio que ha sido usado durante al menos 500 años.
Alcohol. (Foto: UCLA)
Según la Organización Mundial de la Salud, los trastornos por consumo excesivo de alcohol afectan a más de 76 millones de personas en todo el mundo. Se estima que sólo el 13 por ciento de las personas a las que se les detecta un trastorno por consumo de alcohol recibe tratamiento médico, debido en parte a la falta de medicamentos eficaces sin efectos secundarios importantes. Aunque el alcohol afecta a la mayoría de los órganos, su efecto sobre el cerebro resulta especialmente grave, debido, entre otras razones, a que puede matar indirectamente a otras personas si el sujeto ebrio está al volante de un vehículo y provoca un accidente de tráfico.
fuente, noticiasdelaciencia.com
fuente, noticiasdelaciencia.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.