Las predicciones de la vidente búlgara Baba Vanga son muy consultadas en los últimos años, y se han vuelto una tendencia en la red. Baba Vanga hizo dos profecías para 2018. Una de ellas trata acerca de que se encontraría una nueva fuente de energía en Venus. Esto hace que nos preguntemos, ¿es posible que el planeta vecino y hermano, Venus, posea una novedosa forma de energía esperando a ser descubierta?
De acuerdo a Paul Byrne, un geólogo planetario de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, que ha estudiado la superficie de Venus: «Venus es un lugar natural para estudiar porque es un planeta muy parecido al nuestro». Ambos planetas son de similar tamaño y poseen gravedades y densidades similares. Sin embargo, al mismo tiempo Venus es un planeta muy diferente del nuestro, hace un calor extremo, su día es tan largo como casi un año terrestre y su atmósfera está compuesta casi exclusivamente de dióxido de carbono.
Byrne agrega: «Venus es un planeta fascinante, sin embargo no tenemos nuevos datos». Y esto se debe a que la última vez que una nave espacial pudo recopilar información de su superficie fue hace dos décadas.
Y posiblemente el ambiente aterrador que posee Venus es lo que complica las cosas a la hora de enviar una expedición no tripulada, inclusive. Se tiene conocimiento que la Agencia Espacial Europea lanzó una nave llamada Venus Express con el objetivo de estudiar la atmósfera del planeta en el año 2005. Dicha misión finalizó en 2014, cuando la nave se quedó sin combustible. La agencia espacial japonesa también envió una misión a Venus, llamada Akatsuki en 2010, pero la nave espacial presentó un error al inicio de la misión lo que trajo consigo una demora de seis años para lograr corregir los inconvenientes
Representación artística de la misión de la misión Venera-D. Crédito: NASA / JPL
Dos misiones, pero ninguna ha intentado ver a través de las gruesas y turbulentas nubes de dióxido de carbono de Venus, las cuales bloquean el funcionamiento de la mayoría de los instrumentos estándar que nos permitirían estudiar la superficie del planeta. Sin embargo, los científicos tienen un as bajo la manga para hacer frente a estas limitaciones que nos pone Venus: el radar.
Se sabe que la NASA está incluyendo en su lista de prioridades una exploración de la superficie de Venus, y hasta inclusive ha tratado una posible cooperación de aterrizaje con Rusia, pero hasta ahora no hay nada confirmado.
Esto complica las cosas, opina Byrne, especialmente si pensamos en expandir nuestros horizontes más allá de nuestro propio sistema solar. Debemos considerar que Venus es un planeta con el tamaño de la Tierra, además se encuentra en la zona habitable (el lugar donde un planeta podría tener agua en su superficie). Si analizáramos a Venus más a fondo y con mayor detalle, de seguro nos llevaríamos más de una sorpresa, lamentablemente apenas le prestamos atención.
Esto nos dice que no sabemos realmente mucho de Venus, ni lo que está sucediendo en su superficie y mucho menos en sus capas subterráneas. Esto imposibilita realizar comparaciones con nuestro planeta para definir si existe alguna posible fuente de energía en el planeta vecino. Pero algo que debemos tomar en cuenta es que la superficie de Venus es más joven que la de nuestro planeta; solo posee aproximadamente unos mil cráteres en toda su superficie, ya que muchos de los accidentes geográficos fueron barridos por flujos de lava u otros tipos de cambios en la superficie.
De acuerdo a Byrne, la mejor manera de entender a Venus sería traer a los laboratorios de la Tierra muestras de dicho planeta; sin embargo eso no sucederá a corto plazo.
Es posible que Venus esconda más de un secreto en su superficie o bajo de ella, teniendo en cuenta que es un planeta casi gemelo de la Tierra, y es una visión de la Tierra joven, ¿por qué no podría contener minerales o compuestos que podrían ser aprovechados para generar energía?
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