Los vecinos de Cheliábinsk, ciudad cerca de la cual se produjo la segunda explosión más grande de un asteroide en la historia humana, han podido observar en febrero un rarísimo fenómeno óptico: el brillo de tres 'soles' sobre la ciudad.
El efecto de este raro fenómeno, conocido como ‘halo’, usualmente se observa en lugares fríos y en días de sol y cielo despejado.
Esta vez fueron los habitantes de la ciudad rusa de Cheliábinsk, en los Urales, quienes pudieron disfrutar el espectacular brillo de tres soles a la vez, informa la agencia Tass.
“En los Urales la temperatura descendió hasta 23-25 grados bajo cero. En el aire se formaron pequeños cristales de hielo hexagonales, que no se ven a simple vista. A través de ellos se refractan los rayos del sol. El resultado es un efecto de halo óptico”, explicó la meteoróloga jefa de la región de Sverdlovsk (la principal ciudad de los Urales), Galina Sheporenko.
Según la especialista, el halo puede aparecer varias veces durante el invierno, pero es muy complicado predecir la aparición del fenómeno.
“El aspecto de aureola puede variar: desde rayas brillantes o blancas hasta formar manchas, arcos y círculos en el cielo”, dijo.
Algunas de las personas que pudieron disfrutar de esta rareza de la naturaleza publicaron en las redes sociales fotos del espectacular fenómeno.
Cabe recordar que en 2013 los habitantes de la región de Cheliábinsk pudieron observar otro fenómeno natural mucho más peligroso para ellos: la caída de un meteoro en el lago de Chebarkul, que provocó lo que un grupo de científicos de la Universidad de Novosibirsk y expertos japoneses considera “la segunda mayor explosión de un asteroide de nuestra historia”.
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