El US Cowpens evitó in extremis la colisión en aguas del Mar de China, donde la declaración unilateral de una zona de identificación aérea por parte de Pekín ha provocado una crisis diplomática.
Aumenta la tensión en el
Mar del Sur de China, donde el régimen dePekín ha establecido unilateralmente
una zona de identificación aérea bajo su mando alrededor de unas islas hasta el
momento controladas por Japón. Después de que los Estados Unidos desafiaran la
decisión de las autoridades chinas ordenando a bombarderos B-52 sobrevolar la
zona, un nuevo incidente conocido ayer ha hecho saltar todas las alarmas. El
torpedero estadounidense Cowpens se vio obligado a
realizar una maniobra evasiva para evitar colisionar con un barco de guerra
chino que llevaba a cabo lo que el Ministerio de Defensa chino definió como una
«patrulla rutinaria». El buque chino implicado era uno de los auxiliares del
portaaviones Liaoning, el único de su flota y verdadero buque insignia de su
Armada.
El Liaoning
está llamado a ser una de las nuevas herramientas de una política exterior china
que se perfila como cada vez más agresiva sobre todo en las áreas que el gigante
asiático considera como su área de influencia. De momento, no ha sido totalmente
armado y lleva a cabo solo misiones de adiestramiento, pero ya navega con una
escolta de dos destructores y dos fragatas. Con uno de ellos se topó el Cowpens
en el primer despliegue del Liaoning en las aguas de la discordia. La decisión
de Pekín de enviar su flamante Liaoning a la zona, donde habitualmente se
desenvuelve la VII flota estadounidense, es interpretada por muchos analistas
como un afán de exhibir músculo militar en una nueva táctica de presión por
parte del Gobierno que dirige Li Keqiang.
Incidente de
«alto nivel»
Se trata del
incidente más grave registrado en estas aguas desde el año 2009. El
establecimiento de la zona de identificación aérea había soliviantado a los
aliados de EE.UU en la región, como Japón o Corea del Sur, pero no parece que
Pekín esté dispuesto a renunciar a sus pretensiones. Según las explicaciones
dadas por el Ministerio de Defensa chino, «durante el encuentro, el buque chino
actuó de acuerdo a un estricto protocolo y los dos departamentos de Defensa
estuvieron informados de la relevante situación a través de los canales
habituales de trabajo y mantuvieron una comunicación efectiva». El comunicado
oficial chino subraya que «ambas partes tienen la voluntad de mantener una
cerrada coordinación y hacer esfuerzos para mantener la paz y la estabilidad en
la región».
Pese a las
buenas palabras, Washington no se fía. Fuentes citadas por el periódico
estadounidense Stars and Stripes, especializado en temas militares, aseguran que
el Pentágono ha elevado el episodio a la categoría de «alto nivel». Los Estados
Unidos insisten en que las aguas en las que se ha producido el encontronazo son
internacionales y todas las naciones tienen derecho a llevar a cabo misiones en
ella.
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