Los expertos de la Universidad de Sevilla trabajan en reactores experimentales de fusión nuclear con el objetivo de obtener una fuente de energía sostenible, limpia y casi inagotable.
IPP
Trabajos
en el Instituto Max Planck para la Física del Plasma en Munich
(Alemania)
Investigadores
de la Universidad de Sevilla pretenden reproducir en la Tierra la forma que
tienen las estrellas de producir energía. Los expertos trabajan en reactores
experimentales de fusión nuclear con el objetivo de obtener una fuente de
energía sostenible, limpia y virtualmente inagotable.
“Tratamos
de construir un pequeño Sol en la Tierra”, afirma el responsable de esta
investigación, Manuel García Muñoz. Para ello necesitan controlar perfectamente
la fusión de isótopos de hidrógeno que se forman en el interior del reactor
nuclear. Las estrellas producen energía fusionando los núcleos de los átomos que
las componen y en este proceso alcanzan temperaturas de hasta 10 ó 20 millones
de grados. Para conseguir la fusión en la Tierra, sin embargo, los reactores
tienen que operar a temperaturas incluso más elevadas que las del Sol,100
millones de grados.
“No hay
material que aguante esas temperaturas por lo que hay que mantener el plasma
confinado mediante campos magnéticos y alejado de las paredes del reactor,
levitando en el vacío", explica García Muñoz. Esto es así porque "cualquier
contacto del plasma con la pared hace que esta se derrita ocasionando daños en
la pared del reactor y rompiendo el vacío necesario para que se produzca la
fusión”, añade.
Pérdida de
iones energéticos
Partiendo
de esta premisa, el grupo de investigación estudia las pérdidas de iones
energéticos que se producen en el plasma durante la fusión. Estas pérdidas se
producen principalmente por la interacción de estas partículas con ondas que
produce el plasma de forma autosuficiente. Para el estudio de estas pérdidas se
han instalado diversos detectores en el reactor de fusión del Instituto Max-Planck para
Física del Plasma de Munich (Alemania).
“La energía
que se obtendría de un solo vaso de agua equivaldría a toda la energía que
consumiría una persona en toda su vida”, afirma este investigador, pero el
problema radica en controlar en todo momento el plasma que levita en el vacío
dentro del reactor para que pérdidas de este no dañen las paredes del reactor y
rompan el vacío. En concreto, los expertos van a estudiar el comportamiento de
las partículas que se encargan de calentar el plasma, ver el número exacto de
estas partículas que se escapan y tratar de conseguir el control absoluto del
mismo.
Aunque este
tipo de fuente de energía limpia ya es totalmente factible desde el punto de
vista científico, los expertos siguen trabajando con el objetivo de demostrar
que la fusión de partículas de hidrógeno es viable también desde el punto de
vista tecnológico y económico. “En un par de décadas la fusión podría ser una
alternativa a los combustibles convencionales como el petróleo”, augura Manuel
García
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