La lunación del mes acontece en el grado 18º del signo tropical de Géminis, reflejando así el estado actual de una humanidad que continúa empecinada en seguir anclada en patrones mentales que refuerzan la falsa percepción de separación y que alimentan en consecuencia el estado de inconsciencia. Esperamos todos que la humanidad cambie, se transforme…, cuando ella no hace sino reflejar fielmente el estado de cada uno de los elementos que la constituyen, haciendo inútil así todo esfuerzo encaminado a su transformación…hasta que no se produzca ese mismo fenómeno en los individuos que conforman su estructura.
El planeta Urano se encuentra, en el instante de
la lunación, en el grado 11º del signo tropical que nos representa a cada uno de
nosotros: Aries, recordándonos ese estado original de unión con el Todo que es,
en esencia, aquello de lo que estamos hechos. Recordándonos…nuestro estado
angelical original, en donde la humanidad se sentía Uno con lo observado.
Sintiéndose en consecuencia hecho “a imagen y semejanza de Dios”, sin necesidad
de “hojas de parra con las que esconder su cuerpo que veían desnudos”, sin
necesidad de máscaras (de defensas), se vivían…en el paraíso que conformaba lo
que no era más que el reflejo de su propia “realidad”.
Todos y cada uno de nosotros podemos recuperar el
paraíso perdido. Todos podemos, como nuestros padres originales, celebrarnos a
cada instante en la vivencia de Ser Uno a imagen y semejanza de esa Totalidad
que nos abraza y de la que formamos parte. Todos podemos, pero… ¿cuántos
estaremos dispuestos a asumir la responsabilidad que ello conlleva, que no es
otra que la de asumir el hecho de que uno es, a cada instante, creador…y en
consecuencia responsable…, de TODO lo que ve?
El Acontecimiento astronómico más importante del
mes, además por supuesto del ingreso del Sol en el equinoccio de verano el día
21, será el ingreso en el mismo signo del cangrejo del planeta más grande del
sistema solar, Júpiter, el día 26 e inmediatamente la retrogradación del
planeta Mercurio en el mismo signo. Refugiarse en el pasado, en lo conocido,
puede dar en principio una falsa sensación de protección y seguridad, pero en el
fondo no hace sino avivar el fuego que producen, desde el fondo de la caverna,
las sombras que acaban dando forma a nuestra oscura realidad.
Todos tenemos la capacidad, a cada instante, de
salir de esa caverna, pero para ello…, es imprescindible el paso de previo de
reconocerse en ella.
Feliz viaje de regreso… estrellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.