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La desaparición de dos submarinos norcoreanos del puerto en el que
se encontraban levanta sospechas de que Pyongyang podría estar ultimando un
ataque contra EE.UU. valiéndose de ellos.Aunque estos dos submarinos fueron
vistos por última vez en una base naval en la provincia de Hwanghae a principios
de abril, la noticia de su ‘desaparición’ se filtró a los medios recientemente.
Perder de vista a estos submarinos podría convertirse en un serio motivo
de preocupación para EE.UU., señala un artículo del portal The Inquisitr.
Numerosos expertos dudan de la capacidad de Corea del Norte para lanzar un misil de largo alcance a EE.UU.
Sin embargo, Pyongyang podría realizar un ataque con misiles desde un submarino,
opción que apenas ha sido barajada, pero que no debería descartarse, señala la
publicación.
Aunque cualquier ciudad costera podría convertirse en un
objetivo, algunos analistas apuntan a que California tendría más posibilidades
de ser blanco de un posible ataque. Asimismo, sostienen que si Pyongyang lanzara
un misil suficientemente potente a la costa de ese estado, se
podría producir un terremoto, lo que permitiría que el ataque pasase
desapercibido, al menos por un tiempo.
Según el artículo, se cree que
Corea del Norte adquirió hace poco unas 1.500 libras (es decir, unos 660
kilogramos) de plata de China, una compra que presuntamente utilizaría para las
baterías de los minisubmarinos de clase Sang-O (Tiburón). Los generales de la
Armada del régimen de Kim Jong-un defienden que estos submarinos-tiburón son
armas que podrían utilizarse tanto contra EE.UU. como contra Corea del Sur.
¿Estaría EE.UU. preparado para un ataque de pulso electromagnético?
Muchos analistas estadounidenses afirman que se podría detectar
rápidamente el movimiento de submarinos norcoreanos por su costa. Pero en caso
de que esto no fuera posible, William Forstchen, profesor de la Universidad de
Carolina del Norte, habló recientemente sobre la posibilidad de realizar un
ataque de pulso electromagnético (EMP, por sus siglas en inglés) desde
un buque de carga o un submarino.
Forstchen, autor del libro ‘One Second
After’( 'Un segundo después'), cree que EE.UU. no estaría preparado para un
ataque de EMP. Aunque es solo una novela, el escritor se basó en datos reales
para tratar de explicar qué sucedería tras un ataque de estas características.
"12 horas después [del EMP], la comida comenzará a descomponerse en la
heladera y si es invierno no habrá calefacción [eléctrica]", señala el
‘bestseller’.
"Las fuerzas del orden serán incapaces de operar sin
radios ni vehículos; no podrán saber dónde ir ni cómo reaccionar. Pero el
verdadero horror se producirá en los hospitales, donde fallarán los
generadores”, alerta.
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