Cada 80 años el gigante dormido despierta para sembrar la destrucción en la isla del Ártico

Desde el año 1977 no se detectaba en esta región una actividad sísmica de este calibre. Entonces aquellos terremotos no causaron la temida erupción, aunque sí un fenómeno conocido por los islandeses con el nombre de jökulhlaup, que se da cuando la lava se extiende por el glaciar, fundiendo grandes masas de agua helada y provocando devastadoras y súbitas riadas.
Un pequeño infierno cada 80 años
Nadie quiere pulsar todavía el botón de alarma, aunque la Agencia Meteorológica de #Islandia reconoce que la situación es inusual y no está exenta de riesgo. Hay además un dato inquietante que todos los islandeses conocen: desde que se tiene memoria, el Katla entra en erupción cada 80 años aproximadamente, o dos veces cada siglo, según otros cálculos. La última vez fue en 1918, es decir, que para esta ocasión ya llega con retraso a su cita.
¿Cuáles podrían ser los efectos de una gran erupción del Katla? La respuesta no es sencilla, pues depende de muchos factores. Preocupa, eso sí, su proximidad a la zona de Reikiavik, la región más poblada del país, que se encuentra a apenas 40 kilómetros de distancia.
La última vez que el Katla rugió, la lava sepultó 5 kilómetros de costa y se tragó un buen tramo de la carretera nacional 1, que da la vuelta a la isla, causando grandes destrozos materiales, aunque sin llegar a producir ninguna víctima mortal.
(Fuente: blastingnews.com)
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