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martes, 11 de septiembre de 2018

I.A. detecta docenas de señales extraterrestres provenientes del espacio profundo

Un equipo de científicos han utilizado una Inteligencia Artificial (IA) pionera para detectar docenas de misteriosas señales provenientes de las profundidades del espacio.
La nueva IA pudo detectar 72 fast radio bursts (FRB) provenientes de galaxias distantes y que no habían sido descubiertas anteriormente. Esto fue posible gracias a Breakthrough Listen, un programa que busca pruebas de vida en otras partes del universo.
Los FRB son considerados como uno de los fenómenos más extraños del universo. Se trata de intensas explosiones de emisiones de radio que son detectables desde la Tierra pero que duran muy poco tiempo para luego desaparecer.
Hasta ahora los científicos no han podido explicar qué las causa ni cómo surgen. Además, detectarlas es muy complicado, y hasta ahora solo un número limitado de ellas han sido «escuchadas».

Misteriosas señales extraterrestres

En este peculiar caso, los científicos han detectado 72 explosiones provenientes del mismo lugar. Para ello se utilizó una IA que escaneó los datos existentes y halló numerosas detecciones que aún no habían podido ser encontradas.
Los FRB recientemente detectados se originaron en una fuente que ha enviado mensajes repetitivos, y una parte de ellos solo se detectaron una vez. Debido a esto, esta fuente ha sido catalogada como «muy interesante» por los científicos, ya que esperan que más adelante puedan aprender más sobre estas señales y revelar su posible origen.
De acuerdo a la IA, las señales que fueron emitidas de 121102 provienen de una galaxia ubicada a tres mil millones de años luz de la Tierra. Sin embargo, no se sabe qué las causa. Los científicos hasta ahora han teorizado que podrían ser originadas por estrellas de neutrones altamente magnetizadas y hasta por posible tecnología alienígena.
El siguiente audio corresponde al FRB 121102, perteneciente al conjunto de datos obtenido durante las «escuchas» realizadas a galaxias lejanas.


La IA tuvo que buscar en 400 terabytes de datos obtenidos previamente. Ha sido programada para buscar señales de las explosiones y luego detectarlas en el conjunto de datos, procesándolos mucho más rápido de lo que cualquier humano lo haría.

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