lunes, 9 de abril de 2012

Reactor 4 de Fukushima: La vida del planeta en una balanza


El diplomático Akio Matsumura está advirtiendo que el desastre en la planta nuclear de Fukushima en Japón podría concluir en un evento capaz de extinguir toda la vida en la Tierra.
Matsumura escribió una llamativa entrada en su blog, luego de una declaración realizada por el ex embajador de Japón en Suiza, Mitsuhei Murata, sobre la situación de Fukushima.

El 22 de marzo pasado, hablando ante la audiencia pública del Comité de Presupuesto de la Cámara de Consejeros, Murata advirtió que “si el destruido edificio del reactor 4 – con 1.535 barras de combustible en la gastada piscina de 100 pies (30 metros) sobre la superficie – colapsara, esto no sólo causaría un apagón en todos los seis reactores, sino que también contaminaría la piscina gastada con 6.375 barras de combustible, localizada a unos 50 metros del reactor 4”, escribe Matsumura.“En ambos casos las barras radioactivas no están protegidas por un recipiente contenedor; peligrosamente, están al aire libre. Esto, de por cierto, causaría una catástrofe global como nunca hemos experimentado. Él (Murata) hizo hincapié en que la responsabilidad de Japón con el resto del mundo es inmensurable. Tal catástrofe afectaría a todos por siglos. El embajador Murata nos informó que el número total de barras de combustible gastadas en el sitio Fukushima Daiicho, excluyendo las barras en el recipiente a presión, son 11.421.”

Matsumura después preguntó a Robert Álvarez, anterior Secretario Adjunto de Seguridad Nacional y del Medio Ambiente en el Departamento de Energía de EE.UU., sobre el impacto de tal catástrofe adicional en Fukushima.

Contener radiación en la instalación destruida no será una tarea pequeña, explicó Álvarez. “Los reactores de combustible gastado no se pueden levantar simplemente en el aire por una grúa, como si fueran carga de rutina. Para prevenir una exposición radioactiva severa, fuegos y explosiones, debe transferirse siempre en agua y estructuras fuertemente blindadas en barriles secos”, contó Álvarez a Matsumura.
Álvarez luego comentó que 11.138 ensamblados de combustibles gastado, guardados en la planta de Fukushima, contienen “134 millones de curios de cesio-137, aproximadamente 85 veces la cantidad de Cs-137 liberada en el accidente de Chernóbil, según lo estima el Consejo Nacional sobre Protección de Radiación de Estados Unidos.

“Es importante para el público entender que reactores que han estado operando por décadas, como aquellos en el sitio Daiichi de Fukushima, han generado algunas de las más grandes concentraciones de radioactividad en el planeta”, concluyó.

Matsumura admite que este es un número asombroso y difícil de comprender. Éste escribió que la cantidad de Cs-137 liberada en Chernóbil, aumentada a 85 veces, “destruiría el medioambiente del mundo y nuestra civilización. Esta no es ciencia de fantasía, ni se conecta con el debate pugilístico sobre plantas nucleares. Este es un tema de supervivencia humana.”

Akio Matsumara envió una carta al Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon. “No es una exageración decir que el destino de Japón y de todo el mundo depende del reactor 4. Esto está confirmado por expertos de los más fidedignos, como el Dr. Arnie Gundersen o el Dr. Fumiaki Koide”, escribió a Ki Moon. “Se ha hecho tan frágil y vulnerable al mundo. El rol de Naciones Unidas es cada vez más vital. Les deseo la mejor de las suertes en su noble misión”.

Aún no ha existido un pronunciamiento de la ONU, si es que esto siquiera se encuentra bajo su radar.

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