Japón planea construir unos botes salvavidas para proteger a los residentes de las localidades costeras del país, en los que podrían sobrevivir durante unos días en caso de tsunami.
Las ‘cápsulas’, con la forma de un pequeño batiscafo, tendrán una capacidad para entre 20 y 50 personas, contarán de depósitos con comida, baños y serán bastante resistentes para soportar el oleaje.
En primer lugar las autoridades instalarán los botes cerca de escuelas, guarderías y residencias de ancianos, para que los más débiles, al oír la alerta, puedan ser los primeros en ser evacuados.
El año pasado el tsunami que azotó el noreste de Japón produjo una tragedia de grandes magnitudes: miles de personas murieron y otros tantos perdieron sus casas. Ahora, el objetivo principal del Gobierno es encontrar el modo de salvar a la población en caso de que se repita un desastre similar. Las primeras unidades de estas naves de supervivencia estarán disponibles en los próximos meses.
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